MANUAL DE ENCUADERNACIÒN
Prólogo
José María Vallado ha hecho un importante favor a muchas
personas a lasque no conoce: el de realizar un manual de encuadernación
práctico y claro. Frecuentemente, personas que saben de mi afición por este
tema, me preguntan por un libro en el que puedan aprender los rudimentos del
arte de encuadernar .Agotado hace muchos años el manual de Monje (Ed. Labor),
ya tienen unonuevo.
Quien tenga la oportunidad de practicar en un taller de
encuadernación, disfrutando de la gran ventaja de tener un maestro, también
sacará fruto del manual, que puede hacerle ahorrar muchas horas.
Las comodidades de la vida sedentaria actual casi nos han
hecho perder eluso de las manos como instrumentos de trabajo. El hombre tiene
un impulsobiológico a utilizarlas, y por ello obtiene un placer intrínseco en
lasmanualidades. Esto explica la gran difusión de las aficiones de taller. Como
losespañoles tradicionalmente nunca fuimos inclinados a ellas, no tienen ni
nombreen nuestra lengua, por eso se han adoptado dos extranjerismos tan
malsonantescomo "hobby" y "bricolaje". ¿Cuál elegir? Para
mi no hay duda: laencuadernación.
Se preguntará el lector si esta preferencia es caprichosa
o derivada de miafición. No, por el contrario se trata de un consejo muy meditado.
Puede serpreferible una actividad creadora como la pintura o la música.
Desgraciadamenteéstas están reservadas en su disfrute a personas
específicamente dotadas paratales modalidades artísticas, no basta con querer,
hay que poder. En cambio laencuadernación puede realizarla y gozarla
prácticamente cualquiera. Aquí sí
basta querer para poder. Se preguntará de nuevo el lector:
¿y por qué voy aquerer, precisamente encuadernar? Por supuesto puede dedicarse
a otras cosas.Si hace carpintería precisa espacio y maquinaria, pone todo
perdido de virutas yserrín y mete mucho ruido. Si colecciona sellos es muy
caro, y sólo obtienerendimiento económico el coleccionista muy experto. Si
monta esas maquetasprefabricadas de plástico, de aviones o barcos, lo va a pasar
muy bien, y halagarsu vanidad con un éxito brindado por el fabricante, pero en
cuanto tenga unadocena ya me contará dónde las coloca. Toda la casa quedará con
el muestrarioinundando mesas y estanterías. Con el mismo esfuerzo y habilidad
puedeencuadernar.
El lector preguntará ¿pero bueno, por qué esa insistencia
en laencuadernación?, ¿qué ventajas tiene? Encuentro que el lector se está
poniendoun poco pesado con tanta preguntita, pero voy a contestar:
La primera ventaja es la utilidad. Todos tenemos libros
que nos gustaríaconservar bien encuadernados. Ocupan el mismo espacio que si
están malencuadernados. Son un elemento decorativo de primera magnitud. No
existe unambiente más acogedor, más cálido que el de una habitación con bonitasencuadernaciones.
El cuero y el oro (los elementos perceptibles de la
encuadernación), sonmateriales nobles, con una belleza intrínseca. Superada la
primera etapa deaprendizaje, sólo en unos meses, se crean pequeñas obras
maestras, que sepueden guardar con orgullo para siempre. Los amigos pedirán
como un favor queles hagamos una y... podemos venderlas. Los hobbys, para que
de verdadvalgan la pena, conviene profesionalizarlos, en dos sentidos. El
primero en quehay que intentar hacerlos como un profesional; aspirando a la
perfección escomo se obtiene el máximo placer. Segundo, sacando rendimiento
económico, laafición debe al menos autofinanciarse. Es muy difícil que hagamos
un mueble (ver más)